Ya que el pasado 28 de mayo fue el día Internacional de la Menstruación, aprovechamos para hablar de ella. A día de hoy, nos pedimos las compresas y todos los productos higiénicos en voz baja y cuando estamos en el colegio o en un establecimiento público escondemos los productos debajo de nuestra ropa. Y a esta le seguimos poniendo apodos para no hablar de ella cuando en realidad tendríamos que hablar de ella tal y como es para conseguir hacer desaparecer este tabú.

¿Pero por qué es un tabú?
Según Clellan Forda el tabú sobre la menstruación es debido a que en las primeras sociedades se pensaba que la menstruación tenía efectos tóxicos y nocivos para la salud. Pero claro, ahora sabemos que la sangre menstrual no es tóxica, y aun así sabiendo lo tratamos a este tema como si fuera un tabú.
¿Cómo conseguir normalizar este tabú?
No es tan simple como parece, pero tan solo con no esconder la palabra, no esconder tus productos o el simple hecho de intentar que el mundo se dé cuenta de que no es malo, que es una cosa normal, una cosa que no se puede quitar ni esconder. Sacar a la luz la verdad y la naturalidad.